jueves, 5 de mayo de 2016

Cultura, suplemento cultural de La Nueva España

La Nueva España es el periódico liberal por excelencia en el Principado de Asturias y se encuentra entre los diez más difundidos de la provincia. Fue publicado por primera vez en Oviedo en diciembre de 1936, y está editado por la Editorial Prensa Ibérica. Con periodicidad semanal y concretamente cada jueves, se incluye en La Nueva España el suplemento cultural, que recibe el nombre de Cultura. Esta cabecera surge en el año 1988 y alberga un repaso de los acontecimientos y personajes más importantes en diferentes ámbitos del arte y las letras. Su director actual es Andrés Montes, quien en muchas ocasiones colabora con sus propios artículos en Cultura. Al igual que en el caso del resto del periódico, este suplemento cuenta también con su propia versión digitalizada.

Si nos adentramos en el análisis de la estructura del suplemento, Cultura comienza con una portada en la que, mediante un retrato realizado por Pablo García, encargado de ilustración y dibujo desde 1982, se da a conocer el protagonista de la misma. Como es el caso del número 1127, cuya portada ha sido dedicada a Sciascia, periodista, escritor y analista de hechos, que se convirtió con su enseñanza moral en el gran maestro de la sátira social de Italia. El autor del artículo, Luis M. Alonso nos presenta Una comedia siciliana, una de las obras de Leonardo de Sciascia adentrándose a su vez en la importante labor social del escritor.


La siguiente sección es Lecturas, en la que diferentes críticos y periodistas sintetizan o valoran diferentes obras que habitualmente pertenecen a autores originarios de otros países. En ocasiones también se valoran o promueven libros que conforman recopilaciones de autores significativos debido al aniversario de su nacimiento. Este es el caso del artículo Terrores Cotidianos, escrito por Alfonso López Alfonso, en el que se habla de una serie de cuentos escogidos en homenaje a Shirley Jackson, recogidos en el suplemento número 1131.

A continuación, otro de los apartados recurrentes dentro del suplemento es La Brújula, en el que se habla con mucha frecuencia de temas políticos, ligados principalmente, al pasado. Al frente de esta sección del suplemento se encuentra Eugenio Fuentes, quien es el encargado de la redacción de la mayor parte de los comentarios literarios.
En la parte central de Cultura, nos encontramos con las únicas páginas a color del suplemento, éstas son las dedicadas al arte, música, poesía y en ocasiones también a la tecnología. El uso del color en esta sección se debe a la intención de resaltar las obras que aparecen fotografiadas, y a su vez, poder mostrarlas tal y como son. A su frente se encuentra Rubén Suárez, quien realiza maravillosos análisis acerca de la evolución de diferentes artistas o valoraciones de las exposiciones más llamativas del momento. Además, en esta misma sección, situada en la parte central del suplemento, encontramos un calendario ampliamente detallado con todas las exposiciones que tendrán lugar en Asturias durante los días posteriores a la publicación del periódico.

En algunos ejemplares, la penúltima página del suplemento se dedica a la ciencia, como es el caso del número 1131, en el que Ana Vega se encarga de la redacción de un artículo partiendo de una serie de entrevistas y argumentos. Nos narra el sufrimiento de muchas personas que llegan a depender de los medicamentos psiquiátricos a un nivel desgarrador.
Por último, Cultura finaliza con la sección Bloc de Notas, redactado por Luis M. Alonso, en la que suele destacar a un autor y, por consiguiente, uno de sus libros. Un ejemplo de esta sección es el número dedicado Paul Morand y su libro Londres, donde se describe la situación de la ciudad en la época en la que aún no era considerado como uno de los centros de concentración de turistas, justo antes de la emergencia de un nuevo mundo.
Uno de los números de este suplemento que sin duda más me ha llamado la atención ha sido el 1126, publicado el jueves 10 de abril de 2016, justo dos días después de que tuviera lugar el día nacional de la mujer trabajadora. Es por ello por lo que este número se encuentra íntegramente dedicado a la mujer dentro de cada uno de los diferentes ámbitos en los que, por lo general, se divide Cultura; la mujer en la literatura, en el arte, en la música y, cómo no, en la política.

Sin embargo, me concentraré en la novedad que el suplemento añade; una entrevista a ocho narradoras realizada por Tino Pertierra, en la que entre otras muchas preguntas se realiza la siguiente: ¿Una escritora lo tiene más fácil ahora que Ana María Matute o Carmen Martín Gaite o Carmen Laforet?  Partiendo de esta cuestión, cada una de ellas tiene un punto de vista: Gabriela Ybarra afirma que ha habido un cambio en cuanto a las diferencias de género a lo largo de los años y considera que se ha avanzado en muchos aspectos, aunque otros necesiten continuar mejorándose. María Oruña está completamente segura de que aún hoy en día sigue siendo muy complicado destacar, y más todavía encontrar un agente literario. Desde el punto de vista de Sara Mesa, ser mujer sigue siendo un problema en muchas ocasiones, aunque reconoce que años atrás era realmente complicado. Tanto Marina San Martín como Milena Busquets consideran que si han tenido algún obstáculo en sus carreras, el género no ha sido el detonante de esa situación, afirman que ser escritor es un trabajo duro de por sí mismo. Otras como Aranzazu Serrano y Cristina Morales creen firmemente en la dificultad añadida de publicar ciertos géneros en concreto, como el de terror o ciencia ficción, que en ocasiones pueden ser más arriesgados. Por último, Elvira Navarro considera que hoy, al contrario que en los años de estas escritoras, es más complicado llegar a ser reconocida con un galardón siendo una completa desconocida.


Por último, he de decir que considero la publicación de este tipo de suplementos esencial a nivel educativo, son claramente una fuente de información necesaria para la vida académica. No solo son una gran aportación por su carácter cultural, sino también por la gran variedad de temas que se tratan en cada una de sus secciones. Cualquiera puede encontrar un artículo que le sea de interés.

martes, 3 de mayo de 2016

Azorín- Dos generaciones

Nació en 1873 y murió en 1967. Comenzó su andadura como escritor cuando tenía alrededor de veinte años, y en él se pueden distinguir una serie de rasgos característicos. Si nos centramos en el rasgo estilista, renovó la prosa española, en el momento en el que predominaba un estilo ampuloso, repleto de subordinadas y frases largas, haciendo uso mayoritariamente de frases cortas. Aportó un punto de vista diferente a la hora de escribir y de mirar la realidad. Su ideología se encontraba muy próxima a la del anarquismo; su posición era completamente en contra del sistema de la Restauración. Además, colaboró con periódicos republicanos, así comenzó su camino en la escritura. En 1902 escribe su primera novela La Voluntad, que coincide con Amor y pedagogía de Miguel de Unamuno. La Voluntad es una novela generacional, representa el estado de ánimo de los jóvenes, y en el se aprecia una clara influencia de Nietze. La Voluntad está protagonizada por Azorín y continúa con una trilogía (1903, 1904). Más adelante, Antonio Azorín, acaba suplantando al autor, y Azorín pasaría a ser el nombre con el que él firma.

Este artículo es claramente una crítica literaria, escrita por Azorín en el ABC (periódico conservador) en 1910. Azorín comienza hablando de los comienzos de los jóvenes escritores, los de la generación del 98. A propósito de estos escritores habla de la necesidad en aquellos tiempos de marcharse a Madrid para poder llegar a triunfar en el mundo de la escritura, planteamiento que hoy en día ha variado, puesto que el trabajo con éxito asegurado ya no está tan centralizado como lo estaba antes. Hoy en día, es posible triunfar en otras comunidades que no sean Madrid o Barcelona, aunque puede ser cierta la afirmación que muchos siguen haciendo acerca de que en las grandes ciudades quizás sea más fácil. En este artículo podemos diferencias ciertas partes en las que Azorín hace uso de un estilo más rebuscado de lo normal en su persona. Nos encontramos con más abundancia de frases largas que en otros casos.




Además, podemos apreciar en gran medida cómo las personas no hacemos otra cosa más que mitificar todo lo pasado, haciendo de menos el presente. Este rechazo al presente se aprecia claramente cuando compara dos generaciones, de ahí el título del artículo; la del 98 con autores como Valle-Inclán o Unamuno y una nueva generación que tacha por sus publicaciones demasiado cortas y a menudo con temas eróticos. A lo largo de toda la crítica se mencionan diferentes autores de los cuales algunos siguen teniendo la misma importancia que entonces o incluso más, mientras otros han quedado en el olvido.