“Dos
generaciones y mucho que esconder”
Película española dirigida por Fernando González
Molina, compuesta por un excepcional reparto (Adriana Ugarte, Mario Casas, Berta
Vázquez o Macarena García) y enmarcada dentro de una amplia combinación de
géneros (dramático, romántico e histórico). En 2016 tiene lugar la llegada a la
gran pantalla de Palmeras en la nieve la adaptación en película de lo que en un
primer momento fue la novela titulada de igual manera y escrita por Luz Gabás.
Una inigualable mezcla de sentimientos encontrados dentro de un cortometraje que
para mí, fue de lo más enriquecedor.
Basada en la Guinea ecuatorial de 1953, es
decir, de la época en la que aún era colonia española, y desarrollada
concretamente en la Isla de Fernando Poo, la cual posteriormente adquiere el
nombre de Bioko con la consecución de la independencia. Con Palmeras en la
nieve nos adentramos en una revisión histórica de la vida del pasado colonial,
con sus consecuencias en el presente. Es por ello por lo que en la película se
pueden diferenciar claramente dos tiempos, existe una parte referente a lo que
sería el presente y otra al pasado.
La historia se centra principalmente en Killian
como protagonista del pasado, que, decidido a ayudar a su padre con las
plantaciones de cacao en guinea ecuatorial, decide junto con su hermano, irse a
la isla de Fernando Poo. Es allí donde se enamora perdidamente de un guineana,
con la que vivirá una intensa historia de amor a espaldas del resto del mundo.
Como eje principal de la historia nos hace experimentar diferentes sentimientos
según se va desarrollando la película; emoción, tristeza, rabia e incluso
dolor. A su vez, Clarence, sobrina de Killian, nos transporta al presente de
esa misma familia. Clarence es un personaje insaciable, cuyo principal deseo es
indagar en la historia familiar, lo que le lleva a Bioko, donde su padre, su tío
y su abuelo habían pasado la mayor parte de sus vidas. Su llegada a Bioko le
llevará al descubrimiento de los secretos más oscuros de su padre, ya fallecido,
y donde encontrará explicación a la locura que aún padece su tío Killian. La
película concluye con un final que desde mi punto de vista es un tanto cíclico;
Clarence, al igual que su tío Killian, acaba enamorándose y reviviendo la misma
historia que años atrás había sucedido aunque en este momento con otras
circunstancias sociales más favorables.
La esencia de la película para mí reside sin
ninguna duda en la profundización acerca de cómo fue la vida en las colonias
españolas a finales del siglo XX. Como sensaciones sin duda es de destacar la
contraposición de sentimientos de todo tipo. Además la realización personal en
el caso del personaje de Clarence y en el de la población guineana que después
de años de sumisión consiguen la independencia.

Para concluir, aunque el retrato de la vida en
aquel tiempo no es del todo profundo, enmarca y describe, a mi parecer, de
manera perfecta lo más esencial en forma de crítica, como con el caso de la
relación colono-nativo. He de mencionar también la gran aportación del entorno
con imágenes únicas a nivel geográfico y paisajístico.




